¿Y si en vez de cruzar los dedos, cruzamos datos?
Porque seamos honestos: muchas veces publicamos esperando que el algoritmo tenga piedad. Que la audiencia conecte. Que el cliente no pida cambios. Y cuando no pasa… bueno, ahí viene la ronda de excusas, las justificaciones estratégicas, y el clásico “capaz no era el momento”.
No tiene nada que ver con pedirle opinión al primo diseñador o hacer una encuesta en el grupo de WhatsApp.
Validar ideas creativas es simple: mostrarlas antes de tiempo. Pero no a cualquiera, sino a una muestra relevante que represente al público real. Medir qué impacto genera. Cuánto se entiende. Si emociona. Si hace clic. Si destaca entre la saturación de contenido que ya todos scrollean dormidos.
Un “antes y después” que te dice si tu idea está lista para salir al mundo… o si necesita unos ajustes de último minuto.
Los creativos no necesitamos adivinar. Necesitamos herramientas que entiendan el juego.
Herramientas que hablen el idioma de las ideas, pero también del negocio.
¿Querés saber si tu idea está lista?
Validala con Clicker.
Y publicá sabiendo, no suponiendo.
